lunes, 27 de diciembre de 2010

GRACIAS

Bueno, ya sí, el último lunes del 2010. La meta no tan inútil de publicar en este blog cada semana termina con más de 18,000 visitas! Gracias por leerme y superar mis expectativas del alcance que esto podía tener. Gracias sobretodo a los que han entrado cada lunes, sin falta, y me han hecho llegar sus comentarios: ustedes no lo saben, pero eso es lo que más ánimo me ha dado para seguir con la "dominicana rubia".

Esto no es una despedida, el blog sigue en el 2011, pero con un ligero cambio: ya no será cada semana! Háganse fan en Facebook para que sepan cada vez que haya una nueva publicación. O si no tienen Facebook, pasen de visita de vez en cuando a ver qué se encuentran por aquí... pudieran haber sorpresas...

¡Felices fiestas y feliz año nuevo!

lunes, 20 de diciembre de 2010

EXPERIMENTO NAVIDEÑO

Estaba manejando y mi hermano estaba en su carro detrás de mí. Al llegar a una esquina y ver una señora intentar cruzar la calle, frené. Mi hermano me llamó al celular:
- Tú tá muy europea, parándote para que cruce el peatón.
- Jaja. No e por europea, e que me divierte verle la cara de sorprendida a la gente, nadie se espera que uno le dé paso.
- ¡Ella ni se atrevía a cruzar! Se quedó mirándote raro.
- Sí, ¡yo vi!
- ¿E tu espíritu navideño, eso de dejar cruzar a la gente?
- Bueno,  es algo puramente egoísta en verdad, me divierte, me quedo esperando a ver cómo reaccionan, pero sí, vamos a llamarlo "Espíritu Navideño", ella tá muy contenta porque yo la dejé cruzar...

lunes, 13 de diciembre de 2010

HOY LUNES, A LA 1 PM FRENTE AL CONGRESO

El lunes pasado, la iniciativa de la Coalición Educación Digna movió a un increíble número de personas que se unieron a la protesta pacífica y, vestidos de amarillo, reclamaron que se cumpla la ley 66.97 que establece que el 4% del PIB en el presupuesto nacional sea destinado en inversión a la educación.


(VIDEO: Protesta pacífica por la calle El Conde el pasado lunes 6 de diciembre, donde jóvenes vestidos de amarillo llamaron la atención de locales y turistas.)

Ya el Senado decidió en contra. Hoy, a la 1:00 p.m., la Coalición hace otro llamado a la población a concentrarse frente al Congreso en la capital (y en los pueblos, en los parques centrales) mientras se le presenta el presupuesto a la cámara de diputados. 

Vuelve el lunes amarillo.

lunes, 6 de diciembre de 2010

¡ME LO GANÉ!


El último día de las clases de fotografía en San Pedro, uno de mis alumnos estaba vendiendo boletos para un sorteo. Compré unos cuantos y empecé a leer lo que rifaban:
- 2 sacos de arroz, 3 canastas, 2 galones de aceite, 2 pollo grande... Roberto, ¿lo pollo son vivo o matao?
- ¡Oh! ¡Vivo! Bueno, como uté lo quiera.
- Creo que matao e mejor, yo no hago nada con uno vivo.
- Como uté lo quiera.
- Bueno, ¡a ver si me lo saco!

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Hace un mes y medio invité a una amiga a mi casa. Cuando llegó, me encontró así:


- Tatiana, ¿qué tu hace? Si tú te viera, tú parece una alcohólica sentada ahí con la luz apagada, abrazando una botella vacía.
- ¡E que me voy pa Nueva Yor!
- ¿Qué?
- Sí, toy regitrando uno código de la botella pa ve si me gano un concurso pa irme pa' allá a comerrrr, a un tour gastronómico.
- No, no, e que yo te voy a tirar una foto, tú te tiene que ver.
- Búrlate, búrlate, que me lo voy a ganar...

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Hace dos semanas:

- ¿Aló?
- Sí, con la señorita Tatiana.
- Es ella.
- Ah, hola te estamos llamando de El Catador para verificar unos datos. ¿Qué edad tú tienes?
¿Por qué me preguntan eso? ¿Será una llamada de esas de estudios de mercado?
- ¿Y tú tienes visa americana?
¡Ay! ¡Ya caí! ¡Ay, ay!
- Sí...
- Ah era confirmando porque acabamos de hacer el sorteo del Gourmet Tour de Santa Rita y tú saliste ganadora, entonces tenía que confirmar que fueras mayor de edad, y que tuvieras visa, y todo eso.
Aaaaaaaaggghhh, mantén la calma Tatiana.
- ¿Ah sí? ¿En serio?
- ¡Sí!
- ¡Qué bien!
- Bueno ya te volveré a llamar para coordinar que vengas a hacerte la foto entregándote el premio.
- ¡Ok!

Trancamos.

Ok, ahora sí. Gritando por toda la casa. Y saltando.

- Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhh  ganéééééééééééé ganéeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee jajajajajajaja aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh 

Suena el teléfono otravez. Para hacerme otra pregunta. Regresa mi voz calmada. Y luego me dice,

- Tú no suenas muy emocionada, aquí ha llamado mucha genta para saber quién fue que ganó.
- No, no. Yo estoy MUY emocionada, es que yo no te conozco, no te voy a gritar en el oído, pero después de que te colgué, bueno...

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¡Qué bien! ¡Yo nunca me había ganado nada! Ahora a ver si me gano un pollo también... Ese sorteo es el 22 de diciembre, crucen los dedos...

lunes, 29 de noviembre de 2010

LA HABANA 2

Hablemos de cine. El 2 de diciembre del 2008 en La Habana, Cuba iniciaba el 30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y, aunque no teníamos invitación, logramos colarnos en la inauguración en el Teatro Karl Marx. Andaba con dos amigos. Fue raro ir a una inauguración de cero figureo, sin 10 medios de prensa, sin patrocinadores, sin picadera, y sin brindis. Cada cual tenía que pagar su propia agua, galletita o cerveza. Y en el baño del gran teatro no había papel ni jabón. Bueno, y así empezó el Festival. De ahí en adelante había películas a todas horas en 10 cines diferentes. Me encantaron los cines de esta ciudad. Están casi todos en una misma avenida (La Rampa) y tienen una sola sala, pero grandísima. Afuera se anuncian las películas en parrillas de esas blancas, iluminadas por detrás, donde se ponen las letras negras una por una hasta formar las palabras.  Y las colas eran inmensas, con las entradas a tan sólo 2 MNN (que son como RD$ 4).


Lo mejor del Festival, para mí, fue la noche del sábado. Era el estreno de la película "Che" de Soderbergh, en el mítico cine "Yara". La película empezaba a las 6 pm y fuimos hacia allá más temprano para comernos un helado al frente, en la famosa Coppelia, antes de entrar. Pero cuando le pasamos por el frente al cine, camino a la heladería (a las 4:30 pm) ¡la cola para entrar ya le daba la vuelta a la esquina! ¡Los policías ya ni sabían qué hacer!


Nos olvidamos del helado y nos pusimos en la cola. Fueron entrando poco a poco y a las 5:30 cerraron las puertas con el cine lleno. Benicio del Toro hacía del Che en la película y dio el discurso introductorio. Rodrigo Santoro, hacía de Raúl Castro y estaba ahí también (es bello). Fue increíble poder ver esta película en Cuba. A la gente se le notaba emocionada viendo la historia de la Revolución Cubana en pantalla gigante. El cine se llenaba de aplausos a cada rato. Por ejemplo, cuando Fidel le dice al Che: "Tú eres igual de cubano que todos nostoros". Aplauso Aplauso. O cuando Fidel le asegura a un hombre que los Estados Unidos no tendrán la llave de Cuba, que sólo los cubanos tendrán la llave de Cuba. Aplauso Aplausooo.

Pero lo que más me impresionó de La Habana (aparte de la manera en que las olas se estrallan en el Malecón y mojan toda la acera) fue lo románticas que son las parejas. Se agarran de la mano caminando por la calle, se besan en el malecón como adolescentes, y en el cine un hombre fácilmente se pasa la película entera con el brazo alrededor de su chica, y ella con la cabeza sobre su hombro todo el rato. Como adolescentes. O como se hacía 50 años atrás en Dominicana.

La penúltima mañana salimos a buscar sitio donde desayunar. Encontramos una cafetería grande y entramos. Había un menú variado pero antes de leerlo el mesero se acercó y nos dijo "Sólo tenemos pizzas y sandwiches de jamón y queso" El último día nuestro vuelo de regreso se atrasó y la aerolínea nos brindó desayuno en el eropuerto. Otro sandwich de jamón. Luego en el avión, para almorzar: pan con jamón. Finalmente mi mamá me recibió en el aeropuerto de Santo Domingo con unas pechurinas de Pollos Victorina.

lunes, 15 de noviembre de 2010

MAS FOTOS DE MIS ALUMNOS!


Foto por Rosa Iris


Foto por Rosa Iris


Foto por David


Foto por David


Foto por Roberto


Foto por Roberto


Foto por Mariano


Foto por Franklin


Foto por Franklin


Foto por Franklin


Foto por Franklin

lunes, 8 de noviembre de 2010

MUCHO TRABAJO ESTA SEMANA PARA PODER ESCRIBIR

¡Nos vemos el próximo lunes sin falta! Les dejo un autoretrato publicado en la revista Mujer Unica este mes, como parte de un artículo sobre mujeres fotógrafas.


Con María. Batey Montecristi (San Pedro de Macorís

lunes, 1 de noviembre de 2010

FOTOS DE MIS ALUMNOS!


Foto por: Franklin. Niños bailando reggaetón... bueno...


Foto por: Franklin.


Foto por: Franklin.


Foto por: Rosa Iris.


Foto por: Roberto


Foto por: Roberto


Foto por: Francia


Foto por: Mariano.


Foto por: Mariano.


Foto por: Mariano.


Foto por: Mariano.


Foto por: David.

lunes, 25 de octubre de 2010

LA PROFE


El sábado hice algo que siempre decía que nunca haría: dar clases. Soy muy tímida, demasiado concisa, no me gusta hablar en público y hablo muy bajito. Pero bueno, lo intenté y no fue tan mal! Es un curso de fotografía, organizado por Justalegría, a líderes comunitarios de bateyes de San Pedro de Macorís. Me contaron el trabajo que hacen en sus comunidades y yo intenté hacerles ver cómo se podían apoyar en la fotografía para dar un mensaje más fuerte, dentro y fuera de allí. Les enseñé trabajos de varios fotógrafos  y los vi muy entusiasmados. Como en todo grupo, algunos empiezan a hablar y se pierden dentro de una idea, mientras que otros van directo al grano. Y mi parte favorita cuando pasaban ese tipo de debate era cuando uno de los alumnos decía, "lo que yo entiendo que la profe quiere decir es..." y decía EXACTAMENTE lo que yo quería decir. La profe. ¡Ja! Bueno, parece que me entendieron, ahora tengo que esperar el próximo sábado para revisar sus fotos de tarea.

lunes, 18 de octubre de 2010

INMIGRANTES

Hace varias semanas hice un trabajo de traducción para unos amigos, Lesley Bartlett y Kiran Jayaram, de su libro titulado "Derechos Humanos y Realidades de los Haitianos en República Dominicana." Les comparto algunos pasajes extraídos de dicho trabajo investigativo:

Artículo 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos
(1) Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.
(2) Toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por trabajo igual.
(3) Toda persona que trabaja tiene derecho a una remuneración equitativa y satisfactoria, que le asegure, así como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana y que será completada, en caso necesario, por cualesquiera otros medios de protección social.
(4) Toda persona tiene derecho a fundar sindicatos y a sindicarse para la defensa de sus intereses. 
Artículo 24
Toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagadas.
Informe dos: Franco
“Vine a la República Dominicana para poder trabajar y ayudar a mi madre. Mi madre tiene cinco hijos más, no está trabajando, tampoco tiene marido.  A veces en la casa pasamos días sin comer nada. Por esta situación me sentía en la obligación de ayudar a mi madre y a mis otros hermanos. Con el apoyo de un amigo, saqué mi pasaporte y mi visa y decidí venir a la República Dominicana. Mi único objetivo era trabajar y ver cómo sacar a mi madre de la situación de pobreza en la cual se encuentra.

En Haití fui a la escuela pero no pude seguir estudiando, tuve que dejar la escuela para trabajar y ayudar con los gastos de mi casa. Llegué hasta el quinto grado de primaria. Lo que duele mucho más es que mis otros hermanos no van a la escuela, no hay medios para que ellos puedan ir. Estoy aquí trabajando, tengo este plan de traer por aquí a uno de mis hermanos para trabajar y ayudar a los demás hermanos, pero todavía las cosas no me vienen como lo esperaba, pero no voy a perder la esperanza.


Llegué aquí desde hace 6 años. Cuando llegué fui a  trabajar en una construcción, trabajé durante más de dos meses. El día del cobro, un sábado, todos los empleados, en general haitianos, fuimos a cobrar. A la compañía se acercaron dos policías y llevaron a todo el mundo en guagua hacia Haití, dejaron nada más a algunos dominicanos que estaban trabajando en la compañía. Enseñé mi pasaporte al policía, lo miró y me llevó junto con los demás a Haití. Puesto que tenía mi pasaporte con visa, regresé dos días después a la compañía para buscar mi dinero. El maestro encargado de la construcción me insultó y me amenazó de llamar a la policía si yo seguía viniendo en la construcción. 

Al preguntarle a otro compañero, me dijo que dejara eso así. Este maestro funciona así, sobre todo con los haitianos. Contrata a haitianos para trabajar con él, y al momento de pagarles, llama a la migración, y comparte una parte del dinero con los agentes y se queda con la gran parte. Fue el primer golpe que recibí. No sabía qué hacer. Yo compraba a crédito en algunos colmados cerca de mí, entonces me preguntaba cómo iba a pagar mi deuda, además cómo hacer con mi madre y mis hermanos  que tienen  sus ojos puestos sobre mi persona.”


“Después de una semana, un amigo que vivía en el mismo barrio me llevó a una empresa donde se hace SKIM ICE. En esta compañía no hay un sueldo fijo, un empleado cobra un 40% de la venta. Pero no es tan fácil vender mucho, a veces uno camina el día entero y no saca 200 pesos. No me resultó  bien como lo estaba esperando, así que decidí dejar este trabajo, y pude conseguir un trabajo en una construcción como ayudante. Ahí ganaba 300 pesos diario. El dinero que  yo gané lo puse en un san (una especie de cooperativa), el día que me tocaba recibir el  dinero, me apresaron en una redada y amanecí en el cuartel por dos días. Cuando regresé para buscar mi  dinero, la  persona encargada de entregar el dinero se había desaparecido. Perdí todo el sudor de mi  frente, todo lo que había ganado.

Después de esto, pasé un buen tiempo que no podía conseguir trabajo. Fui a Bávaro, ahí, conseguí un trabajo en una casa de familia, donde yo estaba trabajando como sirviente en la casa de X que es una persona que tiene mucho dinero, un dominicano, con empresas, y muchas influencias. Trabajaba como sirviente. Mi trabajo consistía en limpiar el patio, bañar a los perros, acompañar a la cocinera al mercado, etc. A pesar del, el patrón llevaba una relación muy buena con todos sus empleados. A veces nos llevaba a pasear, pero en cuanto a su esposa, ella no quería saber nada de nadie, me tenía odio. No hablaba con nadie, es una persona muy acomplejada.”

Un día el patrón me invitó a acompañarlo a Casa de Campo en la Romana, y yo fui alegremente. Al volver, su esposa que parece inducida por personas interesadas, aprovechó la ausencia de su marido para preguntarme acerca de los lugares donde yo había ido con el patrón. Yo consideraba que era indiscreto responder satisfactoriamente a lo que me pedía y me negué a dar la respuesta debida. En aquellos momentos, el patrón no estaba allí, yo tuve que salir para no complicar las cosas. Al regresar, sin darme ninguna explicación, el patrón me dijo que yo estaba despedido. Al preguntarle el por qué, me dio una patada, y me insultó. Su actitud me pareció extraña ya que nunca había insinuado un comportamiento tal hacia mí.”

“Tenía nada más ocho meses en el trabajo. Le solicité que me pagara lo que me adeudaba, ya que por lo general me pagaba cada mes y la respuesta fue caerme a puntapiés y pescozones, lo que contra mi voluntad, me aguanté, porque había visto hasta dónde era capaz de llegar.”

“Vine a la República Dominicana con grandes sueños de echar adelante a mi familia, por lo que he cosechado humillación, engaño, maltratos, pero no perderé la fe ni la confianza."
Artículo 26
(2) La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales; favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos étnicos o religiosos, y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz.
Informe ocho: David
“¿Has visto a alguien ser maltratado por su color o nacionalidad en la escuela?” 
“En mi escuela, la discriminación está muy presente. Eso se da sobretodo cuando se pierde algo, todos los estudiantes fijan sus ojos encima de los haitianos. Además, en la escuela los estudiantes creen que todos los haitianos son brujos, son malos. No hay nada bueno que pueda salir de un haitiano, según el pensar de los dominicanos. En vez de que los profesores ayuden a radicar estas ideas negativas, las promueven, las fomentan. Una vez, cuando estaba en el segundo año, los alumnos estaban haciendo ruido, y el profesor les dijo que si no se callaban, iba llamar a este haitiano para que los comiera, como si los haitianos estuvieran comiendo personas.” (David, 15 años)


Artículo 9: 
Nadie podrá ser arbitrariamente detenido, preso ni desterrado.
Informe tres: Moise
Moise, vendedor de frutas, nos contó esta historia: 
"Todos los días me levanto a las cinco de la mañana para tener tiempo de ir al mercado y comprar las frutas en el Mercado Nuevo. Un lunes a las 5 de la mañana me levanté para ir a comprar frutas en el Mercado Nuevo (un mercado ubicado en la  zona de Villa  Mella), cerca de la del Supermercado Hiper Uno en la  Duarte."

A las 7 de la  mañana, cuando se disponía a bajar sus mercancías del  taxi, un agente  policial le indicó que se detuviera. El vendedor preguntó "¿que pasó?" y exigió una explicación, a lo que el policía contestó: "No se puede, hay que pedir permiso al jefe antes de bajar y depositar sus mercancías ahí. Ustedes, los haitianos, son unos cochinos, ustedes vienen  aquí pensando que se  puede hacer lo que les da la gana. Aquí en la República Dominicana, hay orden, hay que respetar el espacio público." "Todos los días, vendo en el mismo sitio, nadie me había dicho nada, además de esto pago todos los fines de semana una cuota de 500 pesos en el ayuntamiento por el espacio.”

Luego de esto, en el momento en que Moise intentó depositar en el  lugar donde está acostumbrado a quedarse para vender sus  frutos, salió el policía con una macana y sin mediar palabras le  propinó un golpe en el brazo izquierdo. Moise se cubrió y trató de huir.
Sin embargo, en el momento que corría por el lado de un camión, Moise fue alcanzado por el agente que  lo acorraló apuntándolo con una pistola. Mientras estaba siendo encañonado, el vendedor le preguntó al agente qué pasaba. "¡Cualquiera te mata!" contestó el policía. El vendedor le dijo: "no hay que llegar a tanto, tengo más de dos años  vendiendo en el  mismo lugar y pago para esto, no veo por qué me das  este golpe y me quieres  matar. Si te he hecho algo mal, excúsame, o si tú quieres me puedes llevar preso, no hay ningún inconveniente," a lo que el agente replicó: "No, es que te voy a matar."

Moise le pidió a uno de los haitianos que estaban en la zona, vendiendo también, que lo ayudara, que  atacara al  policía con la intención de distraer al agente, lo que rápidamente fue aprovechado por el vendedor para mover el cañon del  arma hacia el cielo y correr  hacia la parada de Jimaní, pero fue alcanzado por el agente que acertó un golpe de macana en la cabeza del vendedor.

Con una herida en la cabeza, Moise le dijo al agente, por segunda vez, “no había que llegar a tanto,” y el agente respondió ''ahora vas preso'' a lo que Moise contestó, ''no hay ningún inconveniente, yo no he cometido ningún delito ni error. Nada más estoy vendiendo en un lugar donde pago todos los fines de semana para esto. Si usted no quería que yo vendiera, usted podría decírmelo, y yo sabría qué hacer. Sin hacer nada, usted empezó a maltratarme, a tratarme como si yo hubiera robado algo."

"Habían muchos haitianos en la parada que estaban viendo lo que estaba pasando, se  acercaron y hablaron con el policía y luego me llevaron al  hospital.
Ya en el hospital se apersonó una persona que trabaja en el Servicio Jesuita y empezó a hacerme  algunas preguntas y aprovechó para ayudarme a poner una querella contra el agente policial.

Al fin y al cabo, pusieron la querella contra el agente, lo  citaron y nunca  se presentó al tribunal. Esto se quedó así y decidí no volver al lugar para vender. Son situaciones parecidas que pasan a miles de haitianos sin defensa aquí en la República  Dominicana. No hay quién nos defienda.”

lunes, 11 de octubre de 2010

EL PRIMERO EN EL MUNDO

Sábado, 10:03 p.m.

- ¿Aló?

- Aló, ¿Tatiana?
- ¡Hola Roke!
- Te toy llamado porque yo soy el primer hombre en el mundo, el primero, en...
- Aja... 
- ...en... hacerse trenzas en el bigote...
- Jajajaja. ¿En el bigote?
- Sí. Y una atrá pa hacele juego. Y yo quiero que tú venga a hacerme una foto para que me haga un reportaje en el periódico. ¿Cuándo tú viene?
- Yo paso mañana, pero yo no sé si yo pueda hacer que salga en el periódico.
- ¿Mañana? Ok.
- O.k. Yo te llamo.

A Roke lo conocí el año pasado porque le hice un fotoreportaje para una clase, pero eso nunca se ha publicado en ninguna parte. Lo más que salió impreso fue una sola de esas fotos en una entrevista que me hizo un periódico ese año. Aún así, parece que Roke pensaba que yo lo podía ayudar a difundir esta noticia. Me reuní con él al día siguiente y me encontré con esto:


- Roke, ¿y Josefina qué opina de tu trenza? (su mujer)
- No, a ella no le guta.
- ¿Y a Jenny? (su hija)
- Tampoco. Yo ya me lo voy a quitar mañana, yo taba eperando que tú me hiciera la foto, y tú dijite que iba a venir hoy. A mí no me guta tampoco, yo na má me lo hice pal premio.
- ¿Cuál premio?
- El... ¿cómo e que se llama? ... el Guiness.
- ¡Ah! ¿Y ya tú hablate con alguien pa eso?
- No.
- Pero tú tiene que hablar con alguien.
- Tú me va a sacar un reportaje.
- Jaja, bueno, vamo a ver qué hago...
- Soy el primero en EL MUNDO con tener trenzas en el bigote. No tengo antecesores, pero SI, habrán sucesores. 

lunes, 4 de octubre de 2010

MITOS

Laura
En la conversación que tuve con Willian en el motoconcho camino a la piscina, me señaló un pájaro negro que volaba cerca del camino. "¿Tú ve ese pájaro? Se llama Laura y sólo come vaina muerta." "¿Laura? ¿Cómo el nombre de mujer?" pregunté. "Aja." No tenía mucho sentido eso, así que mi imaginación decidió explicarlo de la siguiente manera: en el pueblo de Sabana de la Mar una vez existió una jovencita llamada Laura que siempre andaba con hombres muy viejos, al borde de la muerte, para sacarles dinero. Las malas lenguas del pueblo que cuestionaban el comportamiento "indecente" de la jovencita, vieron cierta similitud entre Laurita y el pájaro negro, y bautizaron a este último con su nombre. Esa era mi versión.

En el recorrido por el Parque Nacional de Los Haitises al día siguiente, vi unas cuantas Lauras más sobrevolando y le pregunté al guía cómo se llamaban esos pájaros, sólo para confirmar. "Se llaman Aura, Maura o Laura. Lo trajeron lo gringo cuando la invasión para detectar dónde en la montaña había un soldado caído." Ah. Mi historia de "amor" se convirtió en una guerra. Me sigue gustando más mi versión.

La Silla Caliente
Después de Los Haitises, mi amiga y yo almorzamos en el hotel. Me estaba contando que en la guagua había visto a una señora desocupar un asiento y que, cuando vino otra señora a sentarse, ésta se quedó con la nalga suspendida en el aire un rato antes de sentarse del todo, esperando que se enfriara el sillón. Me dijo que le dio risa y que no entendía cómo la gente podía creer en eso. "¿En qué?" le pregunté.

Mi amiga es una gringa que llegó al país con el Cuerpo de Paz. Vivió en un campito en Ocoa, donde, entre otras cosas, daba lecciones de educación sexual a los habitantes de la comunidad. Me contó que cuando en las clases se discutía sobre el VIH y sus vías de contagio, la silla caliente, era una manera segura de infectarse, según muchos de sus estudiantes. En otras palabras, creían que el calor que dejaba una persona al pararse de un asiento podía propagar el virus. 

No le he podido encontrar una explicación a cómo nació semejante creencia.

El Niño Enfajado
Todo este viaje en guagua desde Santo Domingo hasta Sabana de la Mar (más de 3 horas), y en bote desde el embarcadero hasta las cuevas dentro de Los Haitises, lo hice con una faja bien, bien apretada para quitarle peso a mi espalda baja, y que así la protusión no me doliera tanto. Es nueva la faja, la compré el día antes de irme allí. Antes llevaba una que me había prestado mi abuela, pero me quedaba un poco grande y me daba vuelta y media al torso. Esta nueva era de mi tamaño y además se ajustaba aún más en cuatro puntos diferentes. Puede resultar un poco sofocante, pero mejor sofocada que adolorida. La verdad es que estoy un poco cansada de todo esto, y resulta un poco limitante y frustrante todavía sentir dolor después de pasados ya 8 meses. A veces me consuelo pensando que quizás mi trabajo fotográfico se vea afectado de manera positiva por este sufrimiento, y ahora es que va a empezar mi período más creativo. Algún crítico de arte me comparará con Frida Kahlo, y esto que ahora parece un obstáculo es tan solo el primer peldaño hacia la fama. No, en ese caso prefiero morir desconocida. 


En el recorrido en bote por Los Haitises paramos en una de las cuevas que tienen pictografías supuestamente hechas por los indígenas sobre las paredes. Fue precisamente en uno de esos dibujos que encontré mi mayor consuelo. En esta cueva el guía no bajó del bote con nosotras, sino que vino el hijo del guía, que se notaba que no sabía mucho de lo que estaba diciendo. Entramos. Nos alumbraba las paredes con un foco y nos iba enseñando los dibujos y el nombre de cada uno: la garza, el tiburón, la deidad, el niño enfajado... "¿Qué es un niño enfajado?" pregunté. "Un niño con una faja," me respondió el hijo del guía. "¿Y por qué tiene una faja?" "Tú ve que a lo bebé lo envuelven pa que no se le salga el ombligo." Obviamente esa explicación no me convenció en lo absoluto. Me quedé mirando la figura. Algo me atraía y me hacía no poder quitarle los ojos de encima y seguir acercándome más. Sentí una conexión con el niño (sí, con algo inerte que estaba dibujado sobra una pared, no me juzguen, pero es cierto). Tenía una cara de que estaba muy enojado y me intrigaba. ¿Qué te pasa, niño? ¿Por qué esa cara? No fue difícil deducir qué era lo que le molestaba: es que, al igual que yo, está malhumorado pensando "Soy muy joven para tener esto puesto."



lunes, 27 de septiembre de 2010

PISCINA

"Yo no me iría sola. Podrían hacer lo que quieran contigo y apareces a los 5 días... POR EL OLOR," me dijo mi papá cuando me acompañó hasta la parada de la guagua. Nada como un poco de dramatismo paternal antes de salir. Yo iba para Sabana de la Mar (los Haitises) unos días, a encontrarme con una amiga que está escribiendo una guía turística de la isla. Siendo miércoles a las 9:30 a.m., no había ningún pasajero en espera, sólo yo y el cobrador de la guagua. El comentario de mi papá había logrado sembrar un poco de sospecha en mí, así que le eché un ojo al cobrador. Estaba parado en el parque, con la mirada perdida, masticando un palillo. No tenía actitud de estar organizando un plan de secuestro. "Yo no me voy de aquí hasta que se monte más gente," decidió mi papá. Se bajó de su carro y se sentó en un banco del parque, justo en frente. Lo podía ver desde mi ventana. Al cabo de diez minutos llegó una mujer con un bebé en brazos y subió al sillón detrás mío. Mi papá, ahora más tranquilo, se paró de su banquito y se despidió.


En la carretera le pregunté al cobrador,
- ¿En cuánto llegamo a Caño Hondo?
- ¿Tú va pa la piscina?
- No, a un hotel que hay por ahí.
- ¿Cuál?
- Paraíso Caño Hondo
- Eso mimo, la piscina.

Parece que en el pueblo ese hotel se conoce con ese nombre. Cuando llegamos a la entrada de Caño Hondo y me tocó hacer el cambio de la guagua al motoconcho para llegar al hotel, el cobrador le dijo a uno de los motoconchistas (un primo suyo), "Llévala pa la piscina." Bueno, confié en que iba a llegar al lugar correcto y me subí en el motor. Era un camino largo hasta allá y por suerte el chofer era muy agradable. Le dije,

- Yo nunca he ido a los Haitises.
- Yo fui una ve, a llevar a una etranjera, una epañola. Hablaba muy bien el epañol ella.
- Claro que lo va a hablar bien, ¡e epañola!
- Sí, pero túi sabe que a vece lo epañole hablan medio raro.
- ¿Y e bonito eso allá?
- Sí, e bonito. Hay una cueva que tiene mucho animale. Tú ve, ello no e que etán adentro, e que etán pintao en la pared. Dicen que son vieja esa pintura...
- Ah, ¿de los indio? 
- Ajá, la gente dice dique que fueron ello. Pue sí, esa fue la ve que yo fui, a llevá a esa epañola. Tú como que parece epañola, a ver (aquí giró la cabeza hacia atrás, hacia mí, para verme mejor, mientras el motor seguía avanzando por el camino de piedras)
- ¡Mira pa'alante!
- Sí, tú parece epañola, porque tú tiene la piel así con poco sol, sencilla (¿?) y tiene el pelo como esa gente, bien bueno. ¿Y hata cuándo tú te queda en la piscina?
- Hata pasao mañana.
- Si tú quiere yo te puedo vení a bucá pa traete. Tú me llama.
- ¿Cómo tú te llama?
- Willian.
- Yo Tatiana.
- Qué nombre tan bonito, como la novela.
- ¿Hay una novela que se llama así?
- Sí.
- Y la siguen dando o ya se acabó?
- No ya se acabó, eso fue hace mucho. "Tatiana" se llamaba. Sí eso e un nombre como de lo actore. Tú ere actora?
- Jaja, no.
- Ah. Bueno, ya llegamo. Ya tú sabe, tú me llama y yo te vengo a bucá. Tú na má me dice "e la de la piscina."
- La epañola...
- Jaja, exacto.

Bajé en el hotel. Había piscina... muchas piscinitas...

lunes, 20 de septiembre de 2010

DIVERSIONES


La semana pasada alguien me preguntó si yo tenía 19 años. Es algo muy frecuente eso de que me digan que parezco de 22, 19, 18 y hasta menor de edad... parece que todavía tengo cara de bebé. Hace 3 años me veía más joven todavía, y fue cuando me pasó esto:

Acepté un trabajo como fotógrafa en el cumpleaños de una niña. No es algo que acostumbro hacer, pero se acercaba la Navidad y necesitaba el dinero para Año Nuevo. La niña cumplía 7 años y la celebración era en un parque de diversiones. Yo no tenía mucha ropa decente para hacer ese trabajo, nada que me hiciera ver seria y madura, y a la vez cómoda para el tipo de lugar. A la madre de la niña sólo la había conocido por teléfono y quería dar una buena impresión en persona. El día de la fiesta hice una intervención en el armario de mi mamá y, luego de varias pruebas, saqué una blusa de botones, rosadita con mangas cortas, sobria pero fresca. Me hice una cola en el pelo, agarré mi mochila y salí.

Tal como había acordado con la madre, llegué a las 5 al parque, pero ella no estaba. Localicé la carpa de la fiesta y me senté en una de las mesas a esperar. En verdad, aparte de algunos técnicos que estaban montando bocinas y carpas para el evento, no había nadie más. Al cabo de un rato se me acercó una señora que se presentó como la abuela y me explicó que su hija y su nieta iban a llegar un poco más tarde. Luego me preguntó, "¿Tú eres una de las payasitas?" Qué golpe más duro. Me dolió un poco, pero tuve que responderle rápidamente y sonreída, sin dar a notar mi decepción porque la blusa de mi mamá no me había servido de nada, "No. Yo soy la fotógrafa..."

lunes, 13 de septiembre de 2010

GRE

Me decidí a hacer un Master de Fotoperiodismo en Estados Unidos el año que viene, por lo que estoy aplicando a una beca y tengo que tomar el examen GRE para poder entrar a algunas universidades. El examen es computarizado, en inglés y consiste en 3 partes: una de razonamiento verbal (definiciones, analogías, preguntas en base a textos), otra de razonamiento cuantitativo (preguntas de matemáticas en las que NO te perminten usar calculadora), y otra de habilidades de escritura (ensayos críticos y analíticos). La parte verbal se contesta en 30 minutos y se evalúa en base a 800; la de matemáticas en 45 minutos y también se evalúa en base a 800 (1,600 sería la puntuación máxima combinada). Yo necesito un mínimo de 1,000 combinado para poder entrar. La parte de los ensayos no se toma en cuenta en la mayoría de las universidades. 


En la entrevista para la beca me hicieron énfasis en la parte de "TIENES QUE ESTUDIAR para el GRE." Y por lo que había escuchado de mis amigos que ya habían tomado el examen, el resultado promedio entre ellos era un 1,050. Bueno, así que a estudiar. Cuando estaba en la universidad, siendo mi carrera de Comunicación Publicitaria básicamente más práctica que teoría, la última vez que tomé un examen debe haber sido durante los primeros semestres, quizás hace unos 6 años.... Esa fue la última vez que estudié para algo. Tampoco fui una de esas que, cuando el primer día de clases el profesor le preguntó, "¿Por qué te decidiste a estudiar publicidad?" respondió "Porque el programa no tiene matemáticas." No. A mí me gustaban las matemáticas en la escuela... pero de eso hace más de 8 años...


Tenía un mes para estudiar en mis tiempos libres. Vi ejemplos de la prueba en internet. En la parte verbal habían preguntas con palabras que juro que ni un gringo se pudiera saber; en la parte cuantitativa, un mar de equis al cuadrado (a veces y's y z's) raíces cuadradas, e hipotenusas. Pero yo lo que quiero es hacer fotos. Me prestaron un libro con consejos para responder más rápidamente dentro del tiempo asignado. Descargué un PDF de 60 páginas con un repaso de matemáticas. De la parte verbal... bueno, en verdad sería ilógico ponerme a memorizar palabras del diccionario al azar, así que me dediqué a entender bien el tipo de preguntas y ya, me olvidé de eso. Me concentré mejor en volver a aprenderme las fórmulas matemáticas porque tenía más probabilidades de que me fuera mejor en esa parte del examen.


El examen fue el lunes pasado. Una semana antes caí en una crisis con el tema de la protusión lumbar que tengo en la espalda. Era un dolor muy fuerte. No podía caminar. Decidí preguntarle al médico sobre el tratamiento con una medicina que me había recetado meses atrás cuando me detectaron el problema, medicina la cual yo dejé a los 4 días porque sentía que me ponía de MUY mal humor (mis seres más cercanos pueden ser testigos de eso, pobrecitos). Entre los 60 efectos secundarios, "irritabilidad" era uno de ellos. Pero ahora mismo el dolor era tan fuerte que decidí volver a intentarlo y utilizar el poder de la mente para decirme cada día, todo está bien, te vas a curar, tu humor está fantástico, la medicina no te afecta. "Ok," dijo el doctor, "empieza esta semana, duplica la dosis la semana siguiente, y luego vuelve a duplicarla la semana que sigue..." Qué horrible, ya me lo estaba imaginando. Si mi técnica de autorelajación no funcionaba, esto se podía convertir en una pesadilla para mí y para todo el que me rodea. Además de que el efecto secundario más común con esa medicina es la somnolencia, y también la pérdida de memoria, dos cosas muy negativas al momento de tomar un examen. Pero no importa, todo es mental, eso es mentira, y todo va a seguir normal. Llegó el viernes y no sentía mucha mejoría, aunque ya podía caminar... bueno, más o menos. "Reposa," me ordenó el médico. Qué bien, todo el fin de semana en casa en una cama. Pero mejor así, me dedico sólo a estudiar. Qué alegría. Estoy de buen humor todavía.


Llegó el lunes, el día del examen y el primer día en que duplicaba la dosis de la medicina. Podía caminar, pero estar mucho tiempo sentada a veces me dolía. Me puse una faja para quitarle peso a la espalda, y me subí al carro. Un 6 de septiembre, casi a las 8 de la mañana. Tapones escolares. Duré cuarenta minutos en llegar al centro del examen y le espalda me estaba matando. Con un pie en el freno ya no sabía cómo más moverme ni sentarme para aliviar el dolor. Al fin llegué. Bajé lentamente del carro y me estiré. Calculaba todos mis movimientos cuidadosamente para que la espalda se aliviara porque estaba a punto de sentarme varias horas para la prueba y no quería que me diera problemas. Estaba un poco nerviosa. Nunca en mi vida le había dedicado tantas horas de estudio a un examen.


Llegué al salón. Estaba yo sola. Nadie más se había apuntado para la prueba ese día. Había un saloncito antes del salón oficial donde están las computadoras y hay cámaras de video grabando todos los movimientos. Me hicieron poner todas mis cosas en un locker. "¿Puedo entrar con abrigo?" "¿Tiene bolsillos?" "Sí." "No, tienes que dejarlo en el locker." "¿Puedo entrar esta almohadita para mi espalda?" "Yo la entro por ti y te la coloco." Qué cosa tan extraña, me ponía más nerviosa. Lo esperé fuera. Miré el monitor de la cámara de vídeo y vi en blanco y negro cómo el muchacho y mi almohada se movían por el salón. Ya, todo estaba listo. Sólo faltaba yo ahí dentro. Me entregó dos lápices y unas hojas azules para anotar, y entré. 


La primera parte fue la de los ensayos. Perfecto. Esa nota no cuenta para la calificación final, así que los escribí tranquilamente, sin estresarme demasiado, lo cual logró relajarme un poco. La espalda se estaba comportando. Vino un receso de 10 minutos, donde salí a beber agua, no sin antes firmar un papel informando que iba a dejar la sala. Estaba tranquila. Conversé sonreída con el muchacho hasta que llegó la hora de entrar. Firmé nuevamente el papel, y volví a mi silla con mi almohadita. Comenzó la segunda parte, la cuantitativa, para la que tanto había estudiado. Desde el instante en que hice click sobre la tecla para iniciar, mi cuerpo dio un cambio del cielo a la tierra. Las manos me empezaron a sudar y el corazón se me aceleró. Contestaba las preguntas de manera nerviosa, hasta que llegó un punto en que literalmente se me nubló la vista. Ay, ¿qué me pasa? Eso debe ser la medicina, esa !©#% medicina. No veo bien. Apreté los ojos para enfocar y el foco iba y venía. A mitad de camino me detuve a respirar profundamente, y el tiempo corría. Faltaban 22 minutos y todavía 15 preguntas. Tatiana, tranquilízate, respira. Eso no es la medicina. Ah, quizás es el monitor que brilla demasiado. Busca el botón para bajarle la intensidad. Míralo ahí. Ay coñ... se puso completamente negra la pantalla. Lo dañé, me quemé, me jodí. Le puedo hacer señas al tipo por la camarita para que me ayude. Ah no, ya volvió la imagen. Me pasé las dos manos suavemente por la cara para tranquilizarme. ¿Me habré puesto los dedos en la nariz en algún momento sin darme cuenta y se habrá grabado ahí? Tatiana concéntrate, responde esta pregunta y sigue. La vista se me arregló en las últimas preguntas y de ahí a la sección verbal, la cual respondí un poquitito más tranquila. Y al final apareció el botón para ver mi nota. Se me nubló la vista otravez. Le di:


620 cuantitativo

500 verbal


Sí, ¡pasé! No espera, ¿cuánto suma eso? ¿Eso es más de mil, verdad? Sí. No. 6 más 5 son 11? Sí.

1,120. 


Pasé.

lunes, 30 de agosto de 2010

UN TECHO PARA MI PAIS

Un Techo Para Mi País es una organización latinoamericana, liderada por jóvenes que de manera voluntaria ayudan a construir viviendas de emergencia para familias que viven en extrema pobreza. La organización llega a República Dominicana en el 2008 y hasta la fecha ha movilizado a más de 450 voluntarios. Las familias beneficiadas pagan un porcentaje mínimo del costo de la vivienda, y además colaboran en la construcción. Aquí una parte del trabajo que han ido realizando.


Antigua casa de Lourdes. Villa Mella.


Wilkin y Víctor ayudan a construir su nueva casa. Villa Mella.






Desanso para un dominó en el colmado. Villa Mella.


Escuela Las Malvinas en Villa Mella. Refugio para los voluntarios.


La Flor del Café de Herrera. Haina.


La Flor del Café de Herrera. Haina.


Vivienda terminada.