sábado, 6 de agosto de 2011

EN "MIZZOU"

"Un amigo una vez me dijo que yo encuentro mis historias porque nunca aprendí a conducir. Es la verdad. Tomo el autobús. Camino por ahí." - Kahterine Boo.

Acabo de leer esa frase en un libro que compré hoy y pensé: Ya es hora de escribir en el blog, todos se estarán preguntando qué carajos he hecho en los últimos dos meses. Bueno, ya es muy tarde para escribir sobre las últimas semanas del proyecto pre-Missouri, así que pasemos al presente. Estoy en Missouri desde el domingo pasado y ME ENCANTA.

Llegué al aeropuerto de Saint Louis y había reservado un shuttle hasta Columbia. No viajaba más nadie ese día. El chofer era bastante conversador y, como siempre, yo sólo escuchaba. Me pidió permiso para poner su música y se lo concedí. Era casi todo rap y R&B. Me seguía hablando y me cambió el nombre a "T" (pronunciado "Ti"). Se llamaba Kevin y me contó que le decían "Special K." Yo miraba la carretera por la ventana, el atardecer, el maíz y los letreros que iban anunciando el número de millas que faltaban para llegar a mi destino. Los números eran cada vez menores, y mientras más bajaban, más me preguntaba a mí misma Qué estoy haciendo aquí. De pronto, entre la música del chofer sonó una versión R&B de Small Town Girl (Don't Stop Believing). Es una de mis canciones preferidas, un clásico del karaoke de los miércoles. Esa música conocida me calmó. I love that song, it's my ringtone, le dije con una sonrisa de oreja a oreja y seguí mirando los campos de maíz.

En la casa me recibió una muchacha. Alquilé una habitación temporalmente, en una casa donde viven 7 estudiantes. Siendo verano, sólo quedan tres personas. Lo mejor que me pudo pasar fue llegar a esta casa. Automáticamente hice amigos en mi primera noche. Una amiga me dio de su comida, y al día siguiente me llevó en su carro al supermercado y a sacar un celular, me enseñó la escuela de periodismo, la oficina del periódico local, y me dio un mapa del campus. Caminé sola por toda la universidad durante horas, bajo un sol más caliente que el de Santo Domingo, unos 42 grados en los primeros días. Y me pasó la cosa más inesperada: me enamoré de la ciudad, es casi como un gran parque. Camino entre ardillas, conejos, castores, Fords, Chevys y GMCs (no, no hay vacas en la ciudad, para todos mis amigos que bromeaban con eso). Y aquí viene la sorpresa cada vez que voy a cruzar la calle: los carros se paran para darme paso a mí primero. Ni siquiera lo tengo que pedir, ellos simplemente ASUMEN que a mí me interesa cruzar, simplemente porque me ven que me estoy DIRIGIENDO hacia la esquina pero ni siquiera he llegado, y se paran. Cuando finalmente llego a la esquina me paro yo, como esperando que ellos crucen, pero no. No se mueven hasta que yo pase.

Las instalaciones de la universidad son increíbles, aparte de la vegetación. La librería me encanta, el laboratorio digital tiene todo nuevo, y tienen todo tipo de equipo fotográfico que se puede tomar prestado. Y todo el mundo es sumamente agradable, desde los alumnos hasta los empleados administrativos. Se siente como Disney World a veces, o algún tipo de pequeña burbuja donde todo es como una gran maqueta perfecta y la gente sonreída te pregunta constantemente si estás bien o si necesitas ayuda con algo más. Pero... eso me pasó sólo en el campus y en los alrededores. Al subirme en el autobús ya era otra cosa.

Parecía que era un mal día para todos los que estaban en la guagua, y por consecuencia se volvió malo para mí también. Un pasajero le estaba hablando a otra persona en frente, le contaba algo sobre Texas y en un momento se giró, me miró diciendo en español mal pronunciado, "y muchos mexicanos..." y siguió su conversación. Luego me miró otra vez. Le dije en inglés, y en tono cortante, "yo no soy mexicana." Un rato más tarde, veo el centro comercial por la ventana. No estaba segura si era donde me tenía que bajar, así que decidí pararme a preguntarle a la conductora. La señora cerró la puerta antes de que yo terminara mi pregunta y después me dijo que ya no me podía dejar bajar, al mismo tiempo que me gritaba por pararme a su lado y haber cruzado la línea amarilla que estaba pintada en el piso. Mientras, le sigo haciendo preguntas para intentar entender cuál era la parada que me interesaba, y el tipo que me llamó mexicana apareció nuevamente en la escena. Se paró a mi lado y me preguntó en inglés y con tono despectivo, "¿Necesitas traductor?" Los miré mal, a él y a ella, y me bajé desde que pude. Compré lo que necesitaba y regresé al downtown, cerca de la universidad. Caminando desde la parada hasta la casa, y con seis fundas grandes de utensilios para mi nuevo hogar, se me cruzó una bicicleta con una carreta detrás, como las que halan los caballos con turistas por el malecón. Me ofreció llevarme gratuitamente hasta mi casa como cortesía de la pizzería cuyo logo aparecía dibujado en ella. "¿En serio? ¿Gratis?" le dije con cara de Notelocreo. "Sí, la pizzería lo hace por motivos publicitarios. ¿Nunca has oído de eso?" Me sentía en Disney otra vez. Me subí en la carreta y llegué hasta mi casa. Le agradecí, le dejé propina y me deslicé del sillón con mis seis paquetes, dejando el rastro del sudor de mis piernas sobre el asiento de vinilo.

4 comentarios:

  1. Hasta en Disney hay personajes malos, así que tu tranquila!! no pude verte antes de irte, pero me encanta que vuelvas a escribir!!! esperamos fotos pronto!! cuidate mucho, ponte protector :P y un abrazo gigante!

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  2. Tatiana me encanta que hayas vuelto a escribir. Leyendo tu historia del autobus me recorde de muchas historias similares aqui en NY. It happened all the time!! Me alegra saber que te gusta la universidad... Ansiosa por ver fotos!! Un abrazo ;) si vienes a NY me avisas!!

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  3. Yeahhhhh La dominicana Rubia is Back :)
    Hay cosas difficiles cuando uno no conoce bien las costumbres de los sitios pero es parte del proceso, y que cool que la Uni parece super bien seguro que te vas divertir muchisssisisisimo, un beso Tati te seguira leyendo ! Ah y la proxima dile que eres italiana y hablale italiano al pana a ver que cara pone, y dile que su espanol es muy malo que si nada mas habla ingles ?

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  4. Te leo y es como si te viera, disfruto tus escritos y es como si ya te conociera!, me alegro de que escribas, ese torrente necesitado de expresion no puede quedar atrapado en la cotidianidad, aprovecha y haznos privilegiados de leerte muchas veces mas antes de ser Pulitzer o una de otras celebridades mas...

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