lunes, 29 de noviembre de 2010

LA HABANA 2

Hablemos de cine. El 2 de diciembre del 2008 en La Habana, Cuba iniciaba el 30 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano y, aunque no teníamos invitación, logramos colarnos en la inauguración en el Teatro Karl Marx. Andaba con dos amigos. Fue raro ir a una inauguración de cero figureo, sin 10 medios de prensa, sin patrocinadores, sin picadera, y sin brindis. Cada cual tenía que pagar su propia agua, galletita o cerveza. Y en el baño del gran teatro no había papel ni jabón. Bueno, y así empezó el Festival. De ahí en adelante había películas a todas horas en 10 cines diferentes. Me encantaron los cines de esta ciudad. Están casi todos en una misma avenida (La Rampa) y tienen una sola sala, pero grandísima. Afuera se anuncian las películas en parrillas de esas blancas, iluminadas por detrás, donde se ponen las letras negras una por una hasta formar las palabras.  Y las colas eran inmensas, con las entradas a tan sólo 2 MNN (que son como RD$ 4).


Lo mejor del Festival, para mí, fue la noche del sábado. Era el estreno de la película "Che" de Soderbergh, en el mítico cine "Yara". La película empezaba a las 6 pm y fuimos hacia allá más temprano para comernos un helado al frente, en la famosa Coppelia, antes de entrar. Pero cuando le pasamos por el frente al cine, camino a la heladería (a las 4:30 pm) ¡la cola para entrar ya le daba la vuelta a la esquina! ¡Los policías ya ni sabían qué hacer!


Nos olvidamos del helado y nos pusimos en la cola. Fueron entrando poco a poco y a las 5:30 cerraron las puertas con el cine lleno. Benicio del Toro hacía del Che en la película y dio el discurso introductorio. Rodrigo Santoro, hacía de Raúl Castro y estaba ahí también (es bello). Fue increíble poder ver esta película en Cuba. A la gente se le notaba emocionada viendo la historia de la Revolución Cubana en pantalla gigante. El cine se llenaba de aplausos a cada rato. Por ejemplo, cuando Fidel le dice al Che: "Tú eres igual de cubano que todos nostoros". Aplauso Aplauso. O cuando Fidel le asegura a un hombre que los Estados Unidos no tendrán la llave de Cuba, que sólo los cubanos tendrán la llave de Cuba. Aplauso Aplausooo.

Pero lo que más me impresionó de La Habana (aparte de la manera en que las olas se estrallan en el Malecón y mojan toda la acera) fue lo románticas que son las parejas. Se agarran de la mano caminando por la calle, se besan en el malecón como adolescentes, y en el cine un hombre fácilmente se pasa la película entera con el brazo alrededor de su chica, y ella con la cabeza sobre su hombro todo el rato. Como adolescentes. O como se hacía 50 años atrás en Dominicana.

La penúltima mañana salimos a buscar sitio donde desayunar. Encontramos una cafetería grande y entramos. Había un menú variado pero antes de leerlo el mesero se acercó y nos dijo "Sólo tenemos pizzas y sandwiches de jamón y queso" El último día nuestro vuelo de regreso se atrasó y la aerolínea nos brindó desayuno en el eropuerto. Otro sandwich de jamón. Luego en el avión, para almorzar: pan con jamón. Finalmente mi mamá me recibió en el aeropuerto de Santo Domingo con unas pechurinas de Pollos Victorina.

5 comentarios:

  1. Tremendo angulo sobre Cuba!

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  2. Jajaja. Muy ameno. Me encanto tu relato. Sigue asi Rubia encantadora.

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  3. jajajajja!!!!!
    yo he reido tanto con tus dos entradas sobre La Habana.
    Coincidencialmente acababa de llegar de alla cuando me encontre con tu primera entrada.
    Las precariedades de las que hablas siguen exactamente igual.
    La ciudad es hermosa, estoy preparando mis experiencias para subirlas tambien en mi blog.

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  4. Si...Rodrigo Santoro es bello! :)

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  5. Bellissime le tue cronache. Continua!

    Adoro l'Avana.
    Leggi questo e dimmi che ne pensi.
    http://viaggi.corriere.it/diari-di-viaggio/america_centrale/cuba/ultimo_giorno_all_avana_70275.shtml

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