lunes, 27 de septiembre de 2010

PISCINA

"Yo no me iría sola. Podrían hacer lo que quieran contigo y apareces a los 5 días... POR EL OLOR," me dijo mi papá cuando me acompañó hasta la parada de la guagua. Nada como un poco de dramatismo paternal antes de salir. Yo iba para Sabana de la Mar (los Haitises) unos días, a encontrarme con una amiga que está escribiendo una guía turística de la isla. Siendo miércoles a las 9:30 a.m., no había ningún pasajero en espera, sólo yo y el cobrador de la guagua. El comentario de mi papá había logrado sembrar un poco de sospecha en mí, así que le eché un ojo al cobrador. Estaba parado en el parque, con la mirada perdida, masticando un palillo. No tenía actitud de estar organizando un plan de secuestro. "Yo no me voy de aquí hasta que se monte más gente," decidió mi papá. Se bajó de su carro y se sentó en un banco del parque, justo en frente. Lo podía ver desde mi ventana. Al cabo de diez minutos llegó una mujer con un bebé en brazos y subió al sillón detrás mío. Mi papá, ahora más tranquilo, se paró de su banquito y se despidió.


En la carretera le pregunté al cobrador,
- ¿En cuánto llegamo a Caño Hondo?
- ¿Tú va pa la piscina?
- No, a un hotel que hay por ahí.
- ¿Cuál?
- Paraíso Caño Hondo
- Eso mimo, la piscina.

Parece que en el pueblo ese hotel se conoce con ese nombre. Cuando llegamos a la entrada de Caño Hondo y me tocó hacer el cambio de la guagua al motoconcho para llegar al hotel, el cobrador le dijo a uno de los motoconchistas (un primo suyo), "Llévala pa la piscina." Bueno, confié en que iba a llegar al lugar correcto y me subí en el motor. Era un camino largo hasta allá y por suerte el chofer era muy agradable. Le dije,

- Yo nunca he ido a los Haitises.
- Yo fui una ve, a llevar a una etranjera, una epañola. Hablaba muy bien el epañol ella.
- Claro que lo va a hablar bien, ¡e epañola!
- Sí, pero túi sabe que a vece lo epañole hablan medio raro.
- ¿Y e bonito eso allá?
- Sí, e bonito. Hay una cueva que tiene mucho animale. Tú ve, ello no e que etán adentro, e que etán pintao en la pared. Dicen que son vieja esa pintura...
- Ah, ¿de los indio? 
- Ajá, la gente dice dique que fueron ello. Pue sí, esa fue la ve que yo fui, a llevá a esa epañola. Tú como que parece epañola, a ver (aquí giró la cabeza hacia atrás, hacia mí, para verme mejor, mientras el motor seguía avanzando por el camino de piedras)
- ¡Mira pa'alante!
- Sí, tú parece epañola, porque tú tiene la piel así con poco sol, sencilla (¿?) y tiene el pelo como esa gente, bien bueno. ¿Y hata cuándo tú te queda en la piscina?
- Hata pasao mañana.
- Si tú quiere yo te puedo vení a bucá pa traete. Tú me llama.
- ¿Cómo tú te llama?
- Willian.
- Yo Tatiana.
- Qué nombre tan bonito, como la novela.
- ¿Hay una novela que se llama así?
- Sí.
- Y la siguen dando o ya se acabó?
- No ya se acabó, eso fue hace mucho. "Tatiana" se llamaba. Sí eso e un nombre como de lo actore. Tú ere actora?
- Jaja, no.
- Ah. Bueno, ya llegamo. Ya tú sabe, tú me llama y yo te vengo a bucá. Tú na má me dice "e la de la piscina."
- La epañola...
- Jaja, exacto.

Bajé en el hotel. Había piscina... muchas piscinitas...

1 comentario:

  1. Que bello ese sitio! Me encantan tus blog posts siempre, siento que puedeo vivir vicariously through you hahaha ya que soy demasiao pendeja para inventar tanto como tu! Keep it up!!!

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