lunes, 24 de mayo de 2010

EGIPTO: PRIMERA PARTE

Al terminar el crucero, volé con mi hermano hasta El Cairo para pasar unos días. Teníamos muy claro lo primero que queríamos hacer una vez aterrizáramos: ver las pirámides de Giza. Así que, luego de llegar al aeropuerto de madrugada y de una mini-dormida en la habitación, subimos a un taxi que estaba frente al hotel. Por un precio que nos pareció razonable nos ofreció: llevarnos a Giza, esperarnos, no sé qué cosa, y regresarnos. Era difícil entender su acento, pero aceptamos la propuesta. Así empezó el día de los más grandes engaños turísticos. 
Primera parada: una tienda de papiros. Nosotros ansiosos por llegar al desierto y este señor, sin decir nada, se estacionó frente al local y nos pidió que bajáramos. "Ustedes ver cómo ellos hacen papel papiro. Si gusta, ustedes comprar, si no gusta, no problema." Parece que el chofer tenía algún acuerdo con esta tienda de llevarles turistas estúpidos. Nosotros fuimos dos de esos estúpidos que terminamos comprando cosas que no necesitamos. Por ejemplo, nunca se me había ocurrido que yo necesitaba un dibujito de una reina egipcia sobre un papiro, y con mi nombre escrito en jeroglíficos. "Cada letra tiene un significado. ¿Cuál es tu nombre?" "T-A-T-I-A-N-A." "Ok. T significa que tienes buen apetito..." Los que me conocen bien saben que eso es muy cierto, así que ahí fue que me convenció y le compré.

Segunda parada: estación de alquiler de camellos para ir hasta las pirámides. ¡Al fin! Es una sensación tan extraña la de subirse en un camello. No es absolutamente parecido a subirse en un burro. Cuando están acostados en el piso y te encaramas es una cosa, pero cuando se paran es... ¡Uno no espera que esas canillitas se estiren tanto! De pronto verse allá arribota, lejísimo del piso... Luego está la sensación de verse solos en el desierto: mi hermano y yo, el guía, y un niño que llevaba los camellos. A mitad de camino el guía nos dice que el precio que habíamos acordado en un principio, antes de salir, no incluía el pago a él por sus servicios de guía, y que eso se cobraba aparte. ¿El creía que yo iba a agarrar un camello y me iba a escapar sola por el Sahara? Se SUPONDRIA que viniera con guía, ¿no? Pero bueno, eso era un tema aparte. Por primera vez en dos semanas estábamos en un lugar turístico, pero SOLOS. Lo más que alcanzamos ver fue un grupito de cinco turistas a lo lejos. Sólo nosotros, los camellos, el silencio, la brisa, el solazo, El Cairo a la derecha y el Sahara a la izquierda, las pirámides al frente, cada vez más cercas, cada vez más grandes. No lo podía creer. Se me aguaron los ojos (quizás porque se me metió arena). Impresionante. Bajamos, nos encaramamos, manoseamos las piedras, y volvimos a encaramarnos en nuestros respectivos camellos para dirigirnos hacia la Esfinge.


Esa era otra historia. Ahí sí habían turistas porque se puede llegar hasta ella en bus (ella siendo una mujer sin nariz con muchas palomas volándole alrededor y posándosele por toda la cara. ¿Por qué será que donde hay turistas siempre hay palomas?)
Tras pasar dos horas dando vueltas por el desierto en camello, salimos medio hedionditos. Pero, aún así, fuimos (fuimos no, nos llevaron sin preguntar) a una tienda de esencias donde nos hicieron una presentación de los aromas, embarrándonos con aceites perfumados que se estaban mezclando con nuestro sudor. Aquí, estúpidamente, compramos un perfume cada uno. 

Para finalizar el día, hicimos una parada sobre la cual SI tuvimos un poder de decisión: "Taxista, llévenos al supermercado." Seleccionamos entre las pocas cosas que tenían  fechas de expiración claras y expresadas en el sistema numérico occidental. Salimos con un paquete de pan pita y un labhen (yogur-queso) para desayunar. 
Y ya... volvimos al hotel. Le pagamos lo acordado al taxista, y un chin más porque, claro, como nos explicó el chofer a último minuto, esa suma no era para él sino para la compañía de autos. "For me, if you are happy you give me whatever you want."
Continuará...

1 comentario:

  1. I'll make sure not to make that mistake when I head over to Egypt one day... aunque parece entretenido eso de los perfumes y el papel jeje

    ResponderEliminar